Post by writer on Aug 31, 2014 18:39:19 GMT -5
Para comprender el conflicto que se desarrolla en nuestros días entre las criaturas inmundas y la santa inquisición, hay que comprender los comienzos.
Los hombres lobo fueron creados en el año 781 A.C. con los hermanos Rómulo y Remo.
Rómulo y Remo, los fundadores de Roma, fueron criados por una loba, lo cual les dio conocimiento increíble sobre los lobos.
Pero para triunfar contra sus enemigos, pidieron ayuda al dios Marte, quien esta vez, en lugar de mandar a la loba Luperca, les cedió la habilidad de convertirse en lobos.
Con esta habilidad, Rómulo y Remo derrotaron a Amulio.
Rómulo finalmente aprendió a mantener el balance entre su forma animal y su forma humana, dando nacimiento a la forma de el Hombre lobo.
Su hermano nunca llegó a entender este balance y murió eventualmente por su falta de fuerza.
Rómulo se volvió el primer rey de Roma.
Sus descendientes y sirvientes más leales obtuvieron conocimiento sobre esta habilidad y mediante varios rituales oscuros, lograron convertirse en seres idénticos.
Los hombres lobo nacieron y se creó el primer clan. El Clan Plenaque.
Sus Números aumentaban cada vez más, pero nunca llegaron a ser muchos.
Aquellos que se volvían hombres lobo entraron al plano de la exitstencia mística y pronto encontraron a otras criaturas.
Por 1000 años, los hombres lobo se dedicaron a mantener el orden entre las criaturas místicas, no solo por ser los más fuertes, si no por que eran los únicos que gozaban de una organización formal.
Sin embargo, los hombres lobo tienen una debilidad. No siempre tienen la fuerza para controlar a su bestia.
Controlarse mientras son bestias puede resultar complicado, sobre todo si el individuo es débil, lo cual puede convertir a el sujeto en una bestia sedienta de sangre.
En el año 1183, un hombre lobo perdió control y atacó a los humanos, rompiendo el fino balance.
Sus números hacía imposible que Plenaque controlara a todos sus miembros y esto hizo que varios empezaran a usar su poder para obtener lo que quisieran.
Es a partir de este punto que el clan Plenaque se separó en varios clanes, cada uno con un objetivo distinto.
Los ataques de los hombres lobo se hicieron cada vez más comunes, llamando la atención de quienes estaban encargados de resguardar la santidad y seguridad de la humanidad.
La iglesia.
Con la excusa de la caza de herejes, la iglesia inició la Inquisición, la cual se encargaría de dar caza a los que se consideraban enemigos de la humanidad, los hombres lobo.
Fue en 1184 que el conflicto comenzó.
Durante 200 años, los hombres lobo lucharon la guerra contra la inquisición, buscando solamente derrocarles para sobrevivir.
Aunque no todos los clanes pensaban igual, no todos los hombres lobo se unían a un clan.
Los hombres lobo, en su división, perdieron el poder que una vez tuvieron sobre las criaturas místicas y esto causó que muchos reconsideraran.
Algunos hombres lobo se dieron cuenta del error de haber empezado a usar su poder de tal manera así que decidieron que debían reunificarse y esconderse.
Debían recuperar poder sobre las criaturas místicas o arriesgarse a un genocidio por parte del hombre.
Algunos se rindieron, estaban arrepentidos y buscaron a la inquisición para que los perdonaran.
La Inquisición los utilizó como herramientas para dar caza a otros como parte de su perdón.
Los hombres lobo están divididos en múltiples ideologías, clanes e individuos.
Todavía hay clanes que buscan poder, ascender como los amos de todo, y aún atacan a la humanidad.
Hay otros que buscan paz y buscan esconderse, luchar por recuperar el orden entre las criaturas místicas, ahora llamadas criaturas inmundas y el hombre.
Hay otros que solo quieren sobrevivir y harán lo que crean necesario para cumplir este objetivo.
Mientras tanto, los Inquisidores están divididos también.
Hay quienes piensan que las criaturas inmundas son un riesgo para la humanidad, pues no se sabe lo que harán y buscan exterminarlas o amaestrarlas
Hay quienes creen en el perdón y utilizan los medios necesarios para tratar de llevar la salvación a las criaturas inmundas.
Y por último están aquellos que solo combaten por ideología, y no tendrán piedad contra ningún enemigo del señor.
Los hombres lobo fueron creados en el año 781 A.C. con los hermanos Rómulo y Remo.
Rómulo y Remo, los fundadores de Roma, fueron criados por una loba, lo cual les dio conocimiento increíble sobre los lobos.
Pero para triunfar contra sus enemigos, pidieron ayuda al dios Marte, quien esta vez, en lugar de mandar a la loba Luperca, les cedió la habilidad de convertirse en lobos.
Con esta habilidad, Rómulo y Remo derrotaron a Amulio.
Rómulo finalmente aprendió a mantener el balance entre su forma animal y su forma humana, dando nacimiento a la forma de el Hombre lobo.
Su hermano nunca llegó a entender este balance y murió eventualmente por su falta de fuerza.
Rómulo se volvió el primer rey de Roma.
Sus descendientes y sirvientes más leales obtuvieron conocimiento sobre esta habilidad y mediante varios rituales oscuros, lograron convertirse en seres idénticos.
Los hombres lobo nacieron y se creó el primer clan. El Clan Plenaque.
Sus Números aumentaban cada vez más, pero nunca llegaron a ser muchos.
Aquellos que se volvían hombres lobo entraron al plano de la exitstencia mística y pronto encontraron a otras criaturas.
Por 1000 años, los hombres lobo se dedicaron a mantener el orden entre las criaturas místicas, no solo por ser los más fuertes, si no por que eran los únicos que gozaban de una organización formal.
Sin embargo, los hombres lobo tienen una debilidad. No siempre tienen la fuerza para controlar a su bestia.
Controlarse mientras son bestias puede resultar complicado, sobre todo si el individuo es débil, lo cual puede convertir a el sujeto en una bestia sedienta de sangre.
En el año 1183, un hombre lobo perdió control y atacó a los humanos, rompiendo el fino balance.
Sus números hacía imposible que Plenaque controlara a todos sus miembros y esto hizo que varios empezaran a usar su poder para obtener lo que quisieran.
Es a partir de este punto que el clan Plenaque se separó en varios clanes, cada uno con un objetivo distinto.
Los ataques de los hombres lobo se hicieron cada vez más comunes, llamando la atención de quienes estaban encargados de resguardar la santidad y seguridad de la humanidad.
La iglesia.
Con la excusa de la caza de herejes, la iglesia inició la Inquisición, la cual se encargaría de dar caza a los que se consideraban enemigos de la humanidad, los hombres lobo.
Fue en 1184 que el conflicto comenzó.
Durante 200 años, los hombres lobo lucharon la guerra contra la inquisición, buscando solamente derrocarles para sobrevivir.
Aunque no todos los clanes pensaban igual, no todos los hombres lobo se unían a un clan.
Los hombres lobo, en su división, perdieron el poder que una vez tuvieron sobre las criaturas místicas y esto causó que muchos reconsideraran.
Algunos hombres lobo se dieron cuenta del error de haber empezado a usar su poder de tal manera así que decidieron que debían reunificarse y esconderse.
Debían recuperar poder sobre las criaturas místicas o arriesgarse a un genocidio por parte del hombre.
Algunos se rindieron, estaban arrepentidos y buscaron a la inquisición para que los perdonaran.
La Inquisición los utilizó como herramientas para dar caza a otros como parte de su perdón.
Los hombres lobo están divididos en múltiples ideologías, clanes e individuos.
Todavía hay clanes que buscan poder, ascender como los amos de todo, y aún atacan a la humanidad.
Hay otros que buscan paz y buscan esconderse, luchar por recuperar el orden entre las criaturas místicas, ahora llamadas criaturas inmundas y el hombre.
Hay otros que solo quieren sobrevivir y harán lo que crean necesario para cumplir este objetivo.
Mientras tanto, los Inquisidores están divididos también.
Hay quienes piensan que las criaturas inmundas son un riesgo para la humanidad, pues no se sabe lo que harán y buscan exterminarlas o amaestrarlas
Hay quienes creen en el perdón y utilizan los medios necesarios para tratar de llevar la salvación a las criaturas inmundas.
Y por último están aquellos que solo combaten por ideología, y no tendrán piedad contra ningún enemigo del señor.